Desde Iruña ponemos rumbo hacia el Pirineo oriental. El viaje es largo, cruzamos carreteras y valles, dejando atrás montañas conocidas, con la ilusión de alcanzar un nuevo techo provincial que sumar a nuestro proyecto. Poco a poco nos adentramos en la Cerdanya hasta llegar al pequeño pueblo de Meranges. Desde allí, una pista forestal nos guía entre bosques de pino negro hasta el refugio de Malniu. El entorno pronto nos atrapa, el lago, los prados, nos hacen sentir que estamos en un lugar especial, perfecto para iniciar nuestra aventura. El refugio de Malniu situado a 2138 m. y que aparte de refugio dispone se una gran zona de acampada junto al estany Sec, así como zona de barbacoas.
Al amanecer emprendemos la marcha. Los primeros pasos discurren por senderos que atraviesan bosques y claros de montaña, con la frescura de la mañana como compañera. Poco a poco dejamos atrás los árboles y el paisaje se abre, hasta alcanzar el Collado de les Molleres, un auténtico mirador natural. Allí, con el Puigpedros al frente, sentimos que comienza de verdad la ascensión: la montaña nos espera y el reto está servido.
La subida final se hace exigente, entre rocas y laderas de alta montaña, pero la ilusión nos empuja hacia arriba. Y por fin, tras el esfuerzo, alcanzamos la cima del Puigpedrós (2.915 m), techo de Girona. Un hito más en el proyecto de los techos provinciales, pero sobre todo un lugar donde detenerse a sentir. El horizonte se abre inmenso: hacia el norte Andorra y la Alta Cerdanya, hacia el sur los valles que descienden al Pirineo oriental, y en todas direcciones el espectáculo de las montañas que parecen no acabar nunca.
El descenso lo hacemos por la Portella Blanca de Meranges, un paso fronterizo cargado de historia, que une valles y países. Desde allí bajamos hacia el circo de Engorgs, donde nos recibe el refugio Joaquim Folch i Girona, rodeado de ibones y prados de gran belleza. Tras un breve descanso, retomamos el sendero, que a partir del refugio coincide con la GR-11, que nos devuelve al refugio Malniu, cerrando así una preciosa circular que combina bosques, collados, lagos y la emoción de alcanzar un nuevo techo.
Un día completo de montaña, de esfuerzo compartido y de satisfacción al sabernos más cerca de nuestro objetivo, un día que quedará guardado en la memoria como parte de este viaje infinito por las cumbres. Gracias a Amaia, Raquel y Josetxo por la ilusión, la compañía y las sonrisas. Tras la cima y la comida en el refugio Malniu, nos desplazamos hasta el refugio Corral Blanc, donde el merecido descanso pone fin a una jornada redonda en la montaña.
Mapa y track del recorrido
Perfil y datos del recorrido
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Refugio Malniu, en un emplazamiento de lujo, y con una buena atención, donde estuvimos super a gusto