Sábado, una tarde de invierno increíblemente buena, así que me voy junto con Amaia a dar un paseo y disfrutar de ese sol de invierno por el cabezón de Etxauri. Aparcamos en lo alto del puerto, cruzar la carretera y comenzar a seguir las marcas de la GR-220, en dirección a las paredes que tenemos enfrente. Pasamos junto a la ermita de la O, desde donde ya tenemos buenas vistas del valle. Seguimos por la senda hasta llegar a la ermita de Sta. Lucia, aquí abandonamos la GR, siguiendo un sendero local en dirección a Muniain. Llegamos hasta las cercanías del pueblo y junto a una granja, giramos a la derecha para comenzar la subida al cabezón. Tranquilamente vamos subiendo, pasamos por el bonito hayedo que se esconde bajo los paredones del cabezón, para continuar entre bojes hasta la cima, donde se encuentra la ermita de Sta. Cruz. Disfrutamos de las vistas ya con el sol bajo, y comenzamos a bajar en busca de la sirga, instalada en esa pequeña chimenea, para a los pocos metros de bajarla, encontrarnos de nuevo con la GR, por la cual seguiremos bajando, juntándonos con el camino de subida en la ermita de Sta. Lucia y continuar hasta el alto del puerto con los últimos rayos de sol, que le dan un toque mágico de luz a la senda.
Mapa del recorrido
Perfil y datos del recorrido
Comenzando por la GR-220
Entre los huecos de la vegetación tenemos buenas vistas del valle
Desde la ermita de Sta Lucia vemos la cimaPuerta metálica y poste indicador en las cercanías de la ermita de Sta. Lucia
Ya vemos Muniain
En las cercanías de Muniain, donde giramos y comenzamos la subida hacia la cima
Llegando por el camino al hayedo
Cruce de caminos en media del hayedo
Llegando a la cima
El pueblo de Etxauri, las peñas y al fondo la cuenca con Pamplona
Contraluz de Amaia
San Donato
Vistas hacia tierra Estella con el pantano de Alloz
La ermita de Sta. Cruz en la cima
Bajando por la GR, poco después de bajar la chimenea
Las paredes de Etxauri
Y los últimos rayos que entran a la senda le dan un toque mágicoBonito y colorido atardecer el que disfrutamos
Y casi de noche llegamos al coche