Aparcamos junto al edificio parketxe de Izki, desde donde comenzamos la ruta por camino balizado, por la senda Agin, puntos amarillos, en dirección a Portillo Avellanedo. Ascendemos casi sin darnos cuenta, atravesando un bosque de roble marojo, bojes, todo ello lleno de agua de la tormenta del dia anterior, hasta el portillo. De este punto sale una senda a la derecha que nos llevará hasta el vértice geodésico y buzón del Soila. Pasamos junto a una gran abertura natural, ojo del Soila por el que vemos el precipicio que cae hasta el bosque. Las vistas hoy nos las tenemos que imaginar....la niebla no nos lo permite.
Desandamos el camino hasta el Portillo de Avellanedo y comenzamos la bajada hasta la senda que viene de Antoñana. Este camino en algunos tramos tiene bastante pendiente, incluso en un par de ellos se han instalado maromas para facilitar su paso, es espectacular, con una diversa vegetación donde destaca el tejo declarado árbol singular. También, junto al cruce con el camino de Antoñana cruzamos por un bosque de castaños de retorcidos troncos.
Ya en la Senda Antoñana la recorreremos, en dirección a Korres hasta la intersección con la senda Bujanda ya en terreno más abierto y que seguiremos a una cota media de los farallones que conforman el cañón, en la misma dirección, hasta la presa Aranbaltza.
Bajamos hasta la presa para cruzar hasta la orilla opuesta. En este punto parece que no hay camino pero entre la vegetación sale unas trazas de senda que asciende por una gravera marcada con hitos. Los hitos nos marcarán el camino hasta el portillo Villanueva.
En el Portillo Villanueva el camino es difuso. Girando a la izquierda y atravesando unos cincuenta metros de espeso bosque llegamos a la senda que sube de Korres hacia el Portillo La Casilla. Ya solo queda seguir las marcas hasta el Portillo La Casilla.
El portillo La Casilla se abre hacia el pueblo de San Román de Campezo entre Muela a la izquierda y El Santo a la derecha. Mientras Amaia descansa en el collado yo subo por la senda en diagonal sobre el plano inclinado de Muela hasta las hayas que ocultan el buzón.
Vuelvo sobre mis pasos hasta el portillo La Casilla desde donde cogeremos el camino que ascendiendo primero y luego bajo los contrafuertes de El Santo, nos lleva hasta la ermita San Román.
Seguimos la senda bajo los farallones de El Santo hasta llegar a un camino, nosotros hacia la derecha, comenzamos la bajada, siguiendo bordeando El Santo, pasando bajo el Mirador. Llegamos a una pista que sube hasta una gravera cercana. Saltamos una langa, donde comienza una senda por un hayedo que sigue bordeando El Santo, para pasar luego a bosque de robles y bojes hasta unirse con la senda que viene desde el Portillo La Casilla, y nos llevara de regreso hasta el tranquilo pueblo de Korres.
Mapa del recorrido
Perfil y datos del recorrido
Saliendo de Korres ya nos encontramos con esta bonita senda
Ahora seguimos las marcas amarillas por un camino 
Por el momento pocas vistas tenemos, las cimas cubiertas por la niebla
Parece que quiere abrir, abajo vemos Antoñana
Y llegamos al Portillo Avellanedo
Nos vamos acercando al Soila que aparece entre la niebla
El ojo del Soila
El ojo y Amaia llegando a la cima
Amaia en la cima del Soila
De vuelta hacia el portillo Avellanedo
Bajando por la zona mas complicada por la fuerte pendiente y equipada con maromas
Seguimos por fuerte pendiente pero con buena senda
Llegamos al Tejo centenario declarado árbol singular
Estaba todo lleno de agua, así nos pusimos mas que si lloviera
Seguimos bajando
Cruce de caminos en la Senda Antoñana, rodeados de castaños y helechos
El Santo desde la subida a La Muela, se ve la senda por donde subimos hasta la pared, y luego continuamos por la izquierda bordeando todo El Santo
Ermita de San Román
Primera pateada por Izki que nos deja un buen sabor de boca, a pesar del día, con lo cual volveremos para seguir conociendo este bonito rincón alavés.....